No hay tema más controvertido que el de la maternidad. Absolutamente todos los que han sido padres tienen algo que decir sobre el embarazo y sobre la crianza. Y los que no han sido padres, también. Es un tema taaaan subjetivo y variable, que el que más el que menos tiene sus propias estadísticas de andar por casa que pretende aplicar de manera universal.
Cuando nos quedamos embarazados, como tantos otros, el terror nos sobrecogió y nos abalanzamos al teclado a buscar un manual para hacerlo bien. Y, ah, pardillos, ahí si que nos sobrecogió el terror. Estivill vs Carlos González, teta vs bibe, colecho vs cuna, porteo vs carro, niño vs niña, abuelos vs guarderías, públicos vs privados, padre vs madre… ¡Mierda! ¡No vamos a ser capaces de discernir la paja de la avena!
A punto estábamos de dar a nuestro no nato en adopción en cuanto saliera de mi vientre por no tener que entrar en ese mundo tan sumamente complicado cuando, ¡oh, milagro!, apareció Esther Gili.
Su blog, 39 Semanas, nos devolvió la respiración. Porque comprendimos algo tan simple que a menudo se olvida: ser padres es para divertirse. Para que venga a vivir a casa un nuevo compañero con el que jugar. Su filosofía de «las cosas a su caer», su sentido (grandioso) del humor y su naturalidad nos cautivó casi tanto como sus dibujinchis. Porque además de bonito de leer, el blog de Gili es precioso de ver. Todos sus consejos, instrucciones, anécdotas y clasificaciones nos fueron sumamente útiles. Supimos de cacas, de papeleo (Jesús, menudo barullo), de cremas para el culo, de cómo bañarlo o ponerle un pañal, de apetitos y cosas raras que pasan en el embarazo… Aprendíamos y nos reíamos, así sí mola esperar.
Ahora, Lunwerg acaba de publicar el libro del blog de nuestros amores, lleno de material inédito y de más risas. Y, aunque nuestro compañero de piso tiene ya tres años y medio, nos lo hemos leído de una sentada y sigue siendo tan válido, tan juicioso y tan divertido como el día que el predictor dijo sí. Recomendarlo es poco.
Y, claro, si nuestro pichón crece, el suyo también. Dientes de leche, primeras palabras, nadar solitos, operación pañal, adaptación al cole… Así que su blog sigue teniéndonos enganchados, porque, ay, queridos, ¡la diversión de ser padres nunca acaba!
Ay moza, muchas gracias. Además el post de la ropa existe gracias a vosotros, que me lo preguntásteis, aunque llegó tarde jajaja..
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